Jugar el espacio

Primer proyecto colaborativo en el que se llevaron conociemintos y estrategias específicos de la Neurociencia y la Psicología a la Arquitectura y el diseño.

Proyecto de investigación expuesto en la Bienal de Venecia 2021 en el pabellón de España. Consulta las publicaciones que se han hecho sobre esta investigación que viaja entre el mundo de las ideas y el mundo de la experiencia.

“La formación del pensamiento infantil se da en la relación directa con los objetos y con el ambiente, por medio de las sensaciones resultantes de su acción y del contacto con aquello que el niño coge, siente y percibe”

Jean Piaget

Vídeo del proyecto que se pudo ver en el pabellón de España de la Bienal de Venceia

Ana Mombiedro, arquitecta especializada en neurociencias y educación, lleva más de 10 años trabajando la disciplina de la arquitectura desde la neurociencia. En sus estudios pone de manifiesto el papel que tiene el espacio en el comportamiento humano. El proyecto seleccionado para la bienal, Jugar la luz, forma parte de un proyecto de mayor alcance denominado Jugar el Espacio. Este proyecto toma como punto de partida el impacto que los estímulos del espacio construido tienen sobre las personas y propone atmósferas de juego para promover determinados comportamientos en los niños y niñas que habitan estos espacios.

Ana ha desarrollado este proyecto en colaboración con dos arquitectas más, Sara San Gregorio y Alicia Gutiérrez. Juntas, han conseguido dar vida a una colección de juegos que crean atmósferas sensoriales en las que tantos los más pequeños como los más adultos, encuentran momentos para el juego, la relajación, la exploración y el disfrute. Este proyecto abre, por primera vez en España, las puertas a entender la arquitectura como un campo teórico práctico en el que aprendizaje, neurociencia y arquitectura se encuentran para crear un mundo donde reina la experimentación corporal y el contacto con otras personas como vía de aprendizaje.

Historia del proyecto (1): En el año 2017 recibo una invitación para hacer una estancia de investigación en el Media Lab Prado Madrid. La residente investigadora Sara San Gregorio me comenta que tienen un conflicto entre diferentes públicos; la afluencia masiva de niños al entorno del edificio dificulta la labor de otros grupos de trabajo y la gestión de espacios comunes, hasta el punto que están planteando retirar los materiales que hasta entonces invitaban al público familiar a formar parte del espacio.

Sara me propone realizar una investigación basada en la observación para que aplicando mis conocimientos sobre neurociencias y pedagogía podamos diseñar entornos de juego libre donde los niños y niñas puedan jugar sin interferir en el resto de actividad del centro.

Para ellos, disponíamos de una colección de juegos que Sara había producido durante los últimos años y del espacio propio del MediaLab…

Sintiendo el espacio. Cuando la arquitectura habla con nuestro cuerpo. (Artículo, se lee en 3 minutos)

¿Alguna vez te has parado a pensar a qué huele tu hogar? ¿y tu ciudad? Resulta que, cuanto más expuestos estamos a un estímulo más lo normalizamos. Y no es que pase desapercibido, sino que, por eficiencia, nuestro cerebro deja de sentir el estímulo para poder invertir energía en otros procesos. Por esto… (seguir leyendo)

Historia del proyecto (2): Observar cómo las niñas y los niños accedían al edificio, cómo interactuaban con los objetos que encontraban, qué tipo de juego hacían en cada espacio, etc. Fueron algunas de las anotaciones que nos ayudaron a dar forma a tres espacios de juego tipo vinculados a tres comportamientos. Utilizando parámetros como el volumen de aire, la Intensidad de la luz, la escala del juego, o la capacidad de interacción, pude dar forma a una concatenación de atmósferas este juego que seguían la hipótesis

"El estilo de juego mantiene una estrecha relación con el entorno en el que sucede"

La construcción de estos entornos no venía marcada por unas dimensiones fijas y unos materiales determinados, si no por unas sensaciones espaciales concretas (a las que se puede llegar a través de una variedad de materiales y dimensiones). Fruto de la investigación, se dieron pautas para la utilización del color, de las texturas, del tamaño y número de juguetes disponibles, así como de la cantidad de aire, luz o la claridad de los límites que cada espacio debería tener según el tipo de comportamiento esperado por los niños que lo estuvieran usando…

Construir jugando, construir observando. Puesta en práctica de los mecanismos de aprendizaje creativo inherente a nuestra condición humana.

(Investigación, se lee en 20 minutos)

Según muestra Huizinga en su libro Homo Ludens discurriendo sobre el juego como acontecimiento social, partimos de la idea de que el juego es algo que se nos ha dado biológicamente para conocer el mundo. Nuestra naturaleza humana nos ha dotado de la capacidad de jugar para desarrollar nuestras capacidades plenamente… (seguir leyendo)

Puedes consultar el número completo aquí

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Historia del proyecto (3): A raíz de esta estancia de investigación surgió el proyecto "Jugar el Espacio". Tomando como punto de partida las piezas del juego que Sara San Gregorio llevaba años diseñando, sumándole la necesidad de crear entornos fenomenológicos, donde el protagonista sea la acción lúdica, y teniendo en cuenta que desde que se realizó este proyecto la idea ha seguido creciendo y alimentándose de las investigaciones de otras compañeras (como Alicia Gutiérrez, que ha aportado sus conocimientos en diseño de producto y materiales iridiscentes).

Jugar el Espacio es un proyecto vivo que, pese a nacer como una idea arquitectónica, no deja de alimentarse de disciplinas transversales como son la neurociencia, la pedagogía, la psicología, el diseño, la ingeniería...

El principal objetivo que se persigue con este proyecto es dar a conocer nuevas formas de enfrentarse a problemas de la vida cotidiana, no sólo desde el diseño entendido de la manera más clásica, en la que el dibujo es la herramienta principal para solucionar problemas; sino también mostrando que la observación y el trabajo interdisciplinar pueden dar lugar a soluciones más flexibles y ajustadas a las necesidades. Conocer qué parámetros se utilizaron en el proyecto jugar el espacio para dar forma a estas atmósferas lúdicas puede ayudar a otras profesionales a cambiar la forma de ver y entender los espacios construidos…

El proyecto consistía en la creación de tres atmósferas de juego, en las que los estímulos van cambiando gradualmente. No hay un cambio brusco entre un espacio y otro, sino que se propone una transición suave, para que el umbral sensorial no haga de límite entre uno y otro…

PlayScape33 (Investigación, se lee en 35 minutos)

Residencia de Investigación sobre espacios de juegos educativos. PlayScape 33 (3 zonas de juego, 3 formas de aprender) Es un proyecto de investigación sobre la interacción del público infantil con el espacio del Media Lab Prado, en un contexto de testeo de juegos de construcción a libre disposición de los usuarios. Este documento presenta un resumen de lo que sucede y una sugerencia de posibles soluciones espaciales abiertas, teniendo siempre en cuenta las posibilidades y filosofía de trabajo del Media Lab Prado. Abogando por la coexistencia de actividades infantiles y adultas y con el objetivo de poder extrapolar el marco de investigación donde existan problemáticas similares… (leer más) (35 minutos)

Historia del proyecto (4): Para el diseño de cada espacio me senté con Sara a pensar cómo podíamos transformar sensaciones espaciales en soluciones materiales. Relacionamos el comportamiento de los niños que venían a jugar al MediaLab Prado, con el espacio en el que jugaban; por ejemplo, un niño muy cinético, que no dejaba de lanzar cosas, gritar, correr y saltar, permanecía siempre en la parte más abierta del patio, donde el espacio le permitía descargar cómo su cuerpo le pedía. En cambio, había una niña de movimientos lentos, muy observadora, que habitualmente se sentaba en la zona de dentro a jugar con piezas pequeñas en una zona poco iluminada de la sala. Estos dos niños eran los extremos del variopinto grupo que nos visitaba cada tarde. Lo que habitualmente sucedía es que las niñas y niños llegaban con mucha energía (durante la investigación averiguamos que la mayoría asistían a un cole donde el patio era muy pequeño y apenas pasaban tiempo al aire libre), y al poco tiempo, después de cansarse, cambiaban de actividad bajando cada vez más la intensidad.

Este análisis nos dio un esquema de triple entrada: el tipo de juego, las carácterísticas del espacio, y el tipo de interacción